A diez años de la tragedia de Rana Plaza, llaman a firmar acuerdos y legislación vinculantes

Foto: La madre de Rina al lado de los escombros de Rana Plaza,
esperando a su hija desaparecida. (julio de 2013, Taslima Akhter).

Foto: Los familiares de las trabajadoras(es) de Rana Plaza exigen justicia.
(octubre de 2013, Taslima Akhter).

Foto: Trabajadora conmemora Rana Plaza y pide que las marcas
suscriban el Acuerdo. (abril 2021, BIGUF / CCC)

Foto: Kalpona Akter, fundadora y directora ejecutiva del
Centro de Solidaridad Obrera de Bangladesh.

Foto: Miembros de la CNCA entregan una petición exigiendo que
se apruebe una ley de debida diligencia en Canadá (CNCA).

Este 24 de abril marca el décimo aniversario del trágico y evitable desastre de Rana Plaza, en el cual se fallecieron por lo menos 1,138 trabajadoras(es) de la confección y más de 2,500 resultaron seriamente lesionadas cuando colapsó el edificio que alojaba cinco fábricas de ropa. Nos solidarizamos con las sobrevivientes y los familiares de las fallecidas(os), quienes recuerdan y honran a sus seres queridos. 

Las trabajadoras(es) de la confección y los textiles en Bangladesh, y la red global de sindicatos y organizaciones aliados, hacen un llamado a las principales marcas y tiendas de ropa a que suscriban el Acuerdo Internacional  para la Salud y la Seguridad en la Industria Textil y de la Confección y el nuevo Acuerdo de Pakistán

El incendio de una fábrica en Pakistán a mediados de este mes, señala la urgencia de que las compañías que producen ropa en ese país asuman la responsabilidad de la seguridad de las trabajadoras(es) de su cadena de suministro y firmen el Acuerdo de Pakistán. El 13 de abril, en Karachi, Pakistán, cuatro bomberos se murieron y 13 personas resultaron lesionadas cuando de repente se colapsó el edificio que se había incendiado. Si la fábrica hubiera contado con las medidas de seguridad adecuadas, como las que son obligatorias bajo el Acuerdo Internacional y el Acuerdo de Pakistán, se podría haber evitado esta tragedia.

Los dos Acuerdos nuevos se basan en la experiencia del Acuerdo de Bangladesh, que se estableció poco después de la tragedia de Rana Plaza y que ha salvado vidas con mejoras a la seguridad de edificios y medidas contra incendios en más de 1.600 fábricas en Bangladesh. Los logros se deben a la naturaleza del Acuerdo que es legalmente vinculante, a la inspección independiente de las fábricas, al programa de remediación, al mecanismo de quejas anónimas, a la capacitación en salud y seguridad para las trabajadoras(es), a la transparencia, a la participación de los sindicatos en la gobernanza, y a la obligación que tienen las marcas que han suscrito el Acuerdo de apoyar económicamente la remediación de la seguridad en sus fábricas proveedoras. 

Hasta la fecha, 197 compañías han suscrito el Acuerdo Internacional y 49 han suscrito el Acuerdo de Pakistán. 

Tome acción:

Los sindicatos de Bangladesh exigen que se respeten los derechos laborales

Este año, además de llamar a las compañías de ropa a firmar el Acuerdo Internacional y el Acuerdo de Pakistán, los sindicatos de Bangladesh siguen exigiendo que se respeten los derechos laborales básicos y que se aumente el salario mínimo que tendría que haberse hecho hace mucho tiempo. 

“Trabajadoras(es) de la confección necesitan los sindicatos, las fábricas seguras para trabajar, la libertad sindical y la negociación colectiva, y la eliminación de la violencia de género,” declaró Nazma Akter, fundadora y directora de la Fundación Awaj en Bangladesh. “Se debe garantizar la debida diligencia obligatoria y las marcas norteamericanas deberían de suscribir el Acuerdo. Al firmar el Acuerdo Internacional, respetan los derechos laborales y respetan la libertad sindical porque el Acuerdo es legalmente vinculante”.

Mientras que el Acuerdo de Bangladesh logró avances significativos en el campo de la salud y la seguridad en las fábricas de ropa en Bangladesh, siguen sin resolver varias cuestiones laborales:

  • Las trabajadoras(es) aún reciben salarios de pobreza que les impiden cubrir sus necesidades básicas; una situación que se vuelve cada vez más precaria ante el aumento de la inflación.
  • Se sigue vulnerando los derechos de asociación de las trabajadoras(es). Aunque desde la tragedia de Rana Plaza, se han registrado más de mil sindicatos en las plantas, menos de cincuenta de estos sindicatos han logrado la firma de contratos colectivos de trabajo. 
  • Los principales países importadores, incluyendo Canadá, carecen de leyes significativas de debida diligencia obligatoria en derechos humanos y medioambientales que puedan garantizar que se prevengan y se aborden las violaciones de derechos humanos en las cadenas globales de suministro de las compañías. 

Organizaciones de Quebec y Canadá conmemoran Rana Plaza, exigen legislación de debida diligencia

El 24 de abril, varias organizaciones de la sociedad civil de Quebec y Canadá, la mayoría de las cuales pertenecen a la Red Canadiense de Responsabilidad Corporativa (CNCA, por sus siglas en inglés), realizarán una manifestación para conmemorar el aniversario de la tragedia de Rana Plaza. En solidaridad con los familiares de las víctimas y trabajadoras(es) de la confección en Bangladesh, hacen un llamado a las compañías canadienses a respetar los derechos de las trabajadoras(es) de la confección, incluyendo los derechos a la libertad sindical, a un salario digno y a condiciones de trabajo sanas, seguras y equitativas. Estas organizaciones además exigen que Canadá adopte una legislación de debida diligencia en derechos humanos. Más información aquí (en francés e inglés).

El 25 de abril, la CNCA se reunirá con parlamentarios en la ciudad capital de Ottawa para hacerles entrega de una petición, para la cual se han reunido 39.500 firmas. Los firmantes de la petición piden que se apruebe una legislación de debida diligencia en Canadá. Durante las reuniones en Ottawa, se plantearán las medidas que necesita adoptar Canadá para prevenir la violación de derechos humanos y la destrucción del medio ambiente vinculadas a las cadenas globales de suministro de las empresas canadienses.

Como declara Kalpona Akter, fundadora y directora ejecutiva del Centro de Solidaridad Obrera de Bangladesh: “Las leyes débiles que sólo exigen la entrega de informes, no protegen los derechos humanos de las trabajadoras(es) y de las mujeres en el comercio internacional de ropa, ni obliga a las corporaciones a asumir su responsabilidad. Sin embargo, si se aprueban leyes de debida diligencia para que cada compañía tenga que identificar, prevenir y mitigar los riesgos en derechos humanos en su cadena de valor, incluyendo sus prácticas de compra, se podrá ayudar a salvar y mejorar millones de vidas”.

Las conmemoraciones y acciones de esta semana envían un mensaje claro a las compañías globales de ropa y a los gobiernos de los principales países importadores de ropa: no debería de ser necesario vivir otra tragedia como la de Rana Plaza o el incendio y colapso del edificio en Pakistán de este mes para que las compañías asuman la responsabilidad por los daños que ocurran en su cadena global de suministro. Las ganancias de las compañías, de sus ejecutivos y de sus accionistas no deberían predominar por encima de las condiciones de trabajo seguras y el derecho de las trabajadoras(es) a un salario digno.