Las marcas deben actuar de forma urgente para minimizar el impacto del Coronavirus en la salud y condiciones de vida de las trabajadoras(es) de la confección

Image: ILRF

Declaración de la Campaña Ropa Limpia, el Foro Internacional por los Derechos Laborales, la Red de Solidaridad de la Maquila y el Consorcio de los Derechos de los Trabajadores

El nuevo coronavirus ha alcanzado niveles de pandemia global y está afectando a la gente en todo el mundo, incluyendo a las trabajadoras(es) de la confección en las cadenas globales de aprovisionamiento. Proteger a quienes están más en riesgo significa dar los pasos necesarios para limitar la exposición y asegurar que las personas que sobreviven en la línea de la pobreza no sean empujadas por debajo de la misma. Debido a sus bajos salarios y la amplia represión a los derechos de libertad sindical, las trabajadoras(es) de la confección ya viven en situaciones precarias y las repercusiones de la pandemia están teniendo consecuencias de largo alcance. Instamos a todas las marcas de ropa a dar de inmediato pasos proactivos en su diligencia debida de proteger a las trabajadoras(es) que hacen sus productos en vista de esta pandemia global. Las marcas deben hacerse responsables de las trabajadoras(es) en sus cadenas de aprovisionamiento y asegurar que las trabajadoras(es) de la confección que han hecho posible sus ganancias no sean las que sufran los efectos económicos de esta pandemia.

Debido al Covid-19, muchas fábricas en países productores de confecciones están cerrando a causa de la falta de materias primas provenientes de China. Al seguir las marcas reduciendo sus pedidos por la disminución de la demanda de los consumidores y el cierre obligatorio de tiendas, más fábricas se verán obligadas a cerrar. La propagación del virus y las medidas de precaución necesarias recomendadas por los gobiernos están produciendo más cierres. Las trabajadoras(es) de la confección ya ganan salarios de pobreza, con salarios que apenas cubren las necesidades básicas, ni hablar de que sobre algo para cubrir emergencias o períodos sin trabajo. Estos cierres de fábricas, sean temporarios o permanentes, golpean con dureza a trabajadoras(es) de la confección que ganan muy poco, especialmente a trabajadoras(es) migrantes que suelen no contar con redes sociales locales de apoyo y podrían tener que enfrentar restricciones adicionales o xenofobia.

Los informes periodísticos e información directa de nuestras redes muestran que se están cerrando fábricas, o están en riesgo de cerrarse, por falta de materias primas, reducción de órdenes de compra y preocupaciones públicas de salud en varios países como Sri Lanka, Bangladesh, Indonesia, Albania y países de Centroamérica.

“Las trabajadoras(es) de la confección viven al día. Si pierden su trabajo, perderán sus salarios mensuales que permiten comprar comida para ellas y sus familias,” dice Kalpona Akter, Presidente de la Federación de Trabajadores de Indumentaria e Industria de Bangladesh. “Si echan a trabajadoras(es), las marcas deberían asegurar pagos inmediatos de manera que las trabajadoras(es) reciban en pleno las indemnizaciones que les corresponden por ley.”

La situación ha sido particularmente grave, desde hace varias semanas, en Camboya y Myanmar. Según informes de los medios y nuestra red, aproximadamente el 10% de las fábricas de confecciones en la región de Yangon de Myanmar están actualmente cerradas temporariamente, y no se les paga a las trabajadoras(es) su salario. En Myanmar, se debe pagar indemnización a las trabajadoras(es) si la fábrica permanece cerrada por más de tres meses; sin embargo, la indemnización misma es igual a sólo un mes de salario por año empleada en la fábrica, después de un período de prueba de seis meses. Muchas fábricas en Myanmar abrieron en los últimos cinco años, y la rotación de trabajadoras(es) es muy alta, lo que significa que muchas trabajadoras(es) no recibirán nada. Según informes de los medios y de nuestra red, los cierres de fábricas también se usan para sofocar la organización sindical en el país.

Las trabajadoras(es) de la confección también temen que el coronavirus impacte en su derecho a feriados pagos. El Festival del Agua, el Año Nuevo de Myanmar, es en abril y se celebra anualmente con un feriado pago de diez días. Este año las festividades se cancelaron debido a temores de infecciones, y las trabajadoras(es) están preocupadas que las fábricas no les vayan a permitir tomar los feriados, considerando cualquier tiempo no trabajado como licencia sin sueldo por enfermedad.

La situación en Camboya es igualmente preocupante y decenas de miles de trabajadoras(es) de la confección podrían perder sus trabajos en las próximas semanas si el problema con las materias primas no se soluciona. Según la ley camboyana, los empleadores deben obtener autorización antes de suspender a trabajadoras(es), y deben pagarle el 40% del salario mínimo mensual (US$190), y otro 20% de su salario si las trabajadoras(es) han tomado cursos de capacitación. Reportes del gobierno sugieren ahora que las trabajadoras(es) podrían recibir el 60% del salario mínimo por seis meses. Sin embargo, algunas fábricas han suspendido a trabajadoras(es) sin autorización. Muchas trabajadoras(es) viven con deudas, porque tienen que pedir préstamos para compensar sus bajos salarios, y ahora están en una situación en la que no pueden pagar las cuotas mensuales de los préstamos. Puede ser que estas trabajadoras(es) hayan puesto en garantía propiedades familiares que ahora están en peligro.

“Las marcas de indumentaria han obtenido ganancias por el trabajo de las trabajadoras(es) camboyanas. En estos momentos de crisis, estas marcas deben asumir la responsabilidad y asegurar la protección de la vida y los medios de vida de las trabajadoras(es). Se les debe permitir quedarse en casa hasta que la situación sea manejable, y las marcas deben asegurar que se les pague su salario regular pleno, bonos por asistencia, y ayudas por transporte durante este período,” dice Tola Moeun, Director Ejecutivo del Centro por la Alianza de Derechos Humanos y Laborales (CENTRAL por sus siglas en inglés).

Las marcas deben apoyar a las trabajadoras(es) que hacen sus prendas de vestir y dar pasos concretos para asegurar que sigan recibiendo sus salarios durante cierres de fábricas o licencias por enfermedad. Hacemos un llamado a las marcas a comprometerse públicamente a la diligencia debida apropiada con respeto a los eventos que van sucediendo en relación con el Covid-19. Específicamente, en la crisis de la pandemia, las marcas deben:

  • Asegurar que sus fábricas proveedoras sigan los requerimientos o recomendaciones del gobierno en cuanto a la suspensión de grandes concentraciones de gente y cerrar las fábricas si fuere necesario por la duración apropiada para proteger la salud de las trabajadoras(es) y sus comunidades, manteniendo al mismo tiempo todos los contratos de las trabajadoras(es) y los pagos de sus salarios plenos;
  • Asegurar que las trabajadoras(es) que sean suspendidas por falta de trabajo sean compensadas con su salario regular pleno;
  • Asegurar que las trabajadoras(es) que contraigan el virus, o que se sospeche que puedan tener el virus, puedan tomar licencia por enfermedad sin repercusiones negativas y que sean compensadas con su salario regular pleno durante el período de recuperación y aislamiento;
  • Asegurar que, cuando las fábricas vuelvan a abrir, se reevalúen las órdenes de compra para prevenir que las trabajadoras(es) tengan que trabajar horas extraordinarias obligatorias para compensar los atrasos; y
  • Asegurar que las medidas para combatir el virus no restrinjan indebidamente la libertad de movimiento de las trabajadoras(es) o su libertad de organizarse.
  • En tiempos de temor y desinformación es de vital importancia abstenerse de divulgar noticias sin corroborar y asegurar que toda comunicación sobre el virus y sus consecuencias estén basadas en fuentes confiables. Las marcas deben asegurar que las trabajadoras(es) en sus fábricas proveedoras reciban información precisa y actualizada de sus empleadores.
  • En un período de crisis, la fuerza se encuentra en la solidaridad y estamos orgullosas de ser parte de una comunidad global. Estamos con las trabajadoras(es) cuyos derechos son violados cotidianamente y que, debido a esta pandemia, deben enfrentar luchas económicas aún mayores. La necesidad de luchar por los derechos de las trabajadoras(es) continúa, y en la sombra de esta crisis la necesidad urgente de un salario digno cobra mayor importancia.

Más información
El Centro de Información sobre Empresas & Derechos Humanos (en inglés y español).
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