Respuesta de la CCC sobre la nueva iniciativa internacional para apoyar a las trabajadoras(es) de la confección

Photo: CCC

Las empresas de indumentaria de todo el mundo respondieron a la crisis de Covid-19 recurriendo inmediatamente a las medidas de mitigación de riesgos incorporadas en las cadenas globales de suministro. La cancelación masiva de pedidos ha dejado a las fábricas de todo el mundo sin dinero en efectivo para pagar a sus trabajadoras(es). Una declaración de la Organización Internacional de Empleadores (IOE) y la Agrupación Global Unions publicada hoy ofrece un enfoque colectivo para mitigar la pérdida masiva de vidas, empleos e ingresos en las cadenas de suministro de confecciones causada por la pandemia de Covid-19.

La declaración conjunta avalada por sindicatos y organizaciones de empleadores plantea a las marcas y tiendas un camino muy necesario para abordar esta crisis global de manera colaborativa y en cooperación con los representantes de las trabajadoras(es). Las marcas que respaldan esta declaración se comprometen a un mínimo de medidas inmediatas, tales como pagar pedidos en proceso de producción, relacionarse con gobiernos e instituciones financieras internacionales para asumir la responsabilidad de establecer fondos para abordar las necesidades inmediatas de las trabajadoras(es) y fortalecer los pisos de protección social en las cadenas de suministro.

Es esencial que todas las partes cumplan con el compromiso en la declaración conjunta de actuar con la mayor prisa para asegurar financiación de las instituciones financieras internacionales para mantener los ingresos de las trabajadoras(es). Este financiamiento debe servir para: mantener a las trabajadoras(es) en las relaciones laborales actuales; brindar apoyo a todas las trabajadoras(es) que confeccionaban prendas de vestir o textiles al comienzo de la crisis, independientemente de la clasificación laboral, el estado contractual o el estado migratorio; y asegurar que este apoyo sea suficiente para proporcionar a las trabajadoras(es) al menos sus ingresos normales mientras persista la crisis. Esta financiación debe ir acompañada de compromisos con plazos determinados para fortalecer los sistemas de protección social.

Es de suma importancia que las marcas y las tiendas no cancelen pedidos, no apliquen sanciones o descuentos, y paguen a las proveedoras por todos los pedidos completados o en proceso de producción, como lo establece la declaración, y que lo hagan en su totalidad y en los términos originales de pago, para evitar exacerbar la crisis, forzar a las proveedoras a la bancarrota y causar una pérdida generalizada de empleos.

Las organizaciones de derechos laborales unidas en la red global de la Campaña Ropa Limpia están instando a todas las marcas y tiendas que aún se niegan a pagar los pedidos, que lo hagan de inmediato, y monitorearán si las marcas y las tiendas que sí se han comprometido a hacerlo, cumplen su promesa. Es vital que las marcas comiencen a pagar sus pedidos lo antes posible, ya que hay trabajadoras(es) de todo el mundo que aún esperan sus salarios de marzo.

La prioridad que las marcas y tiendas han dado por décadas a la reducción de costos y la maximización de beneficios por encima de la seguridad ocupacional y los salarios dignos, ha dejado a las trabajadoras(es) en las cadenas de suministro de confecciones prácticamente sin protección ante las consecuencias económicas de la pandemia. Las prácticas de determinación de precios y de compras, junto con los mecanismos de reducción de impuestos y la represión sindical, han contribuido a sistemas de salud pública y seguridad social insuficientes y con escasa financiación en muchos países productores de confecciones.

Para mitigar la crisis y garantizar que las trabajadoras(es) nunca más queden tan desprotegidos, es esencial reequilibrar las relaciones de poder, reducir las desigualdades incorporadas en las cadenas de suministro y reformar las prácticas de compra y las relaciones laborales del sector de la confección a mediano y largo plazo. Las marcas y las tiendas deben negociar y firmar acuerdos obligatorios con los sindicatos que las obliguen a pagar precios más altos por los productos, con esos fondos adicionales destinados a pagar salarios dignos a las trabajadoras(es) y a apoyar los sistemas gubernamentales de seguridad social y otros medios de protección social para las trabajadoras(es). Las cadenas de suministro de prendas del futuro deben caracterizarse por nuevos modelos de costos, que permitan sistemas de seguridad social y salarios dignos, así como regulaciones transparentes y exigibles. Ver aquí la lista completa de demandas.